Todos podemos estar tristes, es normal, somos personas y siempre nuestros sentimientos pueden ser heridos o volverse inestables, y son pocas las curas que hay para superar esos momentos.
Los abrazos son una de ella, un abrazo justo en el momento indicado cuando más débiles estamos, y que provenga de una persona que queramos, puede hacer la gran diferencia entre un día gris o un día de colores.
Por eso quiero que me abraces en mis momentos de tristeza, que estés ahí siempre dándome tu apoyo sincero, y quiero que tus brazos me reconforten, porque es lo que más anhelo.